Carta pública
Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, Pastor Evelio Reyes y demás líderes cristianos:
Hoy, esta patria conocida por el nombre de HONDURAS revive el drama de la pasión vivida por Jesucristo y sus apóstoles hace ya dos mil años. Cristo se encarna en el pueblo hondureño para padecer la represión de fuerzas que, al estilo de la Roma imperialista, se ensañan contra la integridad física y la vida de un pueblo a quién desean mantener en la ignorancia y la marginación cual dócil rebaño de ovejas.
Como en un espejo les vemos a ustedes, líderes del cristianismo, cual si fueran sacerdotes del Sanedrín, liberando a Barrabás, y apañando al imperio a saciar su sed de sangre y explotación. El pueblo ha seguido, en principio, el mandato de Jesús ante la amenaza: “Guarda tu espada”, pero resulta evidente que más temprano que tarde la desenvainará ante la inagotable ambición e intolerancia demostrada por los usurpadores del poder político, que tienen la vergüenza de condenar pintas en las paredes, que se borrarán con una o dos manos de pintura. Yo les pregunto ¿Qué mágica pócima restablecerá la vida de los asesinados por orden de los golpistas?
Ustedes han estudiado la palabra de Dios, yo simplemente intento llevarla en el corazón, por lo que no entraré en discusiones teológicas. Les pido, y pido a Dios, tengan el valor y el espíritu cristiano de rectificar y volver a cuidar del rebaño, hacer su acto de contrición y acompañar a Cristo en el camino de la verdad y la justicia. Guárdense las 30 monedas, devuelvan las que han recibido, usen sus influencias terrenas y divinas para que los asesinos vayan a las cárceles, para que los ricos compartan con los pobres, para que nuestras oraciones sean de agradecimiento y bendición en lugar de ruegos de misericordia ante el soldado y policía que nos apunta con su arma.
Hoy, ahora mismo, tiene la oportunidad de abandonar el Sanedrín, de renunciar a la complicidad, a la comodidad, al miedo, para acompañar a su pueblo, a Jesús, por el camino del martirio o de la salvación.
Tegucigalpa M.D.C., 5 de agosto de 2009
Felipe Acosta
Teatrista hondureño.
Showing posts with label iglesia catolica. Show all posts
Showing posts with label iglesia catolica. Show all posts
Wednesday, August 5, 2009
Monday, July 20, 2009
Sunday, July 19, 2009
Cardenal golpista Oscar Rodríguez, acusado en los años 80 de complicidad con desapariciones
Fausto Milla, sacerdote de su diócesis, le acusó de ser "cómplice de todo lo que los militares nos hacen. "Mi obispo más parece un coronel sin charretera, que un pastor", sentenció Milla quien tuvo que huir del país.
ANMCLA Corresponsalía Honduras
ANMCLA Corresponsalía Honduras
Lunes, 13 de Jul de 2009. 4:01 pm
A finales de enero de 1982, el sacerdote hondureño Fausto Milla se vio obligado a abandonar el país, "casi como un asilado", luego de recibir numerosas amenazas de muerte, así como de ser víctima de un intento de secuestro y desaparición. El diario Tiempo lo entrevistó antes de su partida hacia México, a donde partía para salvaguardar su vida: "no hubiera querido salir de esta forma", afirmó, "nunca por amenazas y encañonamientos militares".
Milla llevaba a cabo una labor de defensa de derechos humanos en la diócesis de Copán, fronteriza con El Salvador. Su trabajo a favor de los pobres y en contra de la represión militar le convirtió en un virtual prisionero en su parroquia de Corquín, en el departamento de Lempira, sin que hubiera cometido delito alguno: "tenía la ciudad como cárcel", aseveró.
Entre otras acciones que molestaron a los militares, Milla destacó la denuncia de la masacre del Río Sumpul del 14 de mayo de 1980, cuando contingentes militares salvadoreños dieron muerte deliberadamente a un número no inferior a trescientas personas no combatientes, inclusive mujeres y niños, que intentaban cruzar el Río Sumpul para huir hacia Honduras. La masacre se hizo posible como consecuencia de la cooperación de las Fuerzas Armadas hondureñas, que impidieron el paso de los pobladores salvadoreños.
Obispo Rodríguez Maradiaga, cómplice de los militares
En sus declaraciones al momento de exiliarse, Milla denunció al coronel Oscar Armando Mejía Peralta, jefe del XII Batallón de Santa Rosa, como el principal responsable "de la represión desatada contra mi persona, así como contra otros agentes de la pastoral de la Iglesia". Milla también denunció la complicidad con el ejército del actual cardenal Rodríguez Madariaga, que por entonces era obispo de la Diócesis de Copán: fue "cómplice de todo lo que los militares nos hacen", afirmó.
El sacerdote exiliado acusó a Rodríguez de haber desmantelado toda la estructura de apoyo pastoral a los pobres y de lucha contra la represión que había favorecido su predecesor en el cargo, monseñor Jose Carranza. "Mi obispo más parece un coronel sin charretera, que un pastor", sentenció, para luego concluir con una dura acusación: "Lo que uno no se explica es que nuestros jerarcas superiores, que firmaron documentos como el de Puebla, vengan a ponerse al lado de quienes ese documento de la iglesia condena por ser los interesados en mantener el régimen de la seguridad nacional que significa inseguridad para toda la población y solo seguridad para los dineros que ellos acumulan".

Apoyo al golpe de Estado de Micheletti
El actual Cardenal Rodríguez, a quien se le atribuye una presunta tendencia "progresista", fue candidato a sustituir al fallecido papa de la Iglesia Católica, Juan Pablo II.
Informaciones de prensa hondureña destacaron que Rodríguez participó en reuniones que tuvieron lugar en Tegicigalpa en los días previos al golpe de Estado del pasado 28 de junio de 2009 que derrocó al presidente Zelaya, a las que asistieron las autoridades del parlamento y la Corte Suprema, así como el embajador estadounidense, Hugo Llorens, y otros personeros del Departamento de Estado de los EEUU de América del Norte.
Pocos días después del golpe, Rodríguez compareció ante los medios de comunicación radiotelevisiva, a través de una cadena nacional en la que leyó un comunicado de la Conferencia Episcopal hondureña, en el que se avala el Golpe de Estado. En dicha comparecencia, Rodríguez señaló que era inconveniente que el Presidente constitucional Zelaya regresara al país, y que su presencia en Honduras podría desatar un baño de sangre. Posteriormente, ha asegurado en declaraciones al diario Clarín de Argentina que él nunca avaló el golpe de Estado, aunque ha insistido en que Zelaya no debe regresar al país.
Visto 232 veces
http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?t=28520
Saturday, July 4, 2009
Católicos se pronuncian contra el Golpe de Estado.
Mensaje de la Diócesis de Santa Rosa de Copán
1. La Diócesis de Santa Rosa de Copán, fiel a la misión de anunciar el Reino de Dios y denunciar las situaciones de injusticia, pide a todos los hondureños hacer un profundo esfuerzo por restablecer la Paz Social.
2. La inmensa mayoría de los hondureños no queremos ni confrontaciones callejeras, ni guerras civiles, ni guerras co otros paises.
Por eso exigimos a los grupos que han alterado el orden público que pongan toda su buena voluntad para resolver por la vía del Diálogo la actual crisis producida por la inequidad social en que siempre hemos vivido.
Como responsables de la conducción de la Iglesia Católica en el Occidente de Honduras, repudiamos la substancia, la forma y el estilo con que se le ha impuesto al Pueblo un nuevo Jefe de Poder Ejecutivo. Si el Presidente José Manuel Zelaya Rosales hubiese cometido algún ilícito tiene derecho a un juicio justo igual de todo ciudadano hondureño y en general todo ser humano. El Art. 84 de la actual Constitución dice textualmente: “Nadie puede ser arrestado si no en virtud del mandato escrito de Autoridad Competente”.
El Golpe de Estado del 28 de junio ha tenido como consecuencia: Reclamos de la ciudadanía en las calles y carreteras, clima de inseguridad y miedo en las familia por limitación de las garantías constitucionales entre ellas:
El derecho a la libertad de circulación, liberta de asociación y manifestación, inviolabilidad del domicilio, derecho a la propiedad privada, libertad de prensa y difusión de ideas y opiniones, libertad personal incluso el derecho de no ser detenido administrativamente en sede policial por más de 24 horas y la detención judicial para inquirir, de 6 días, la cual pasaría a detenciones indefinidas. Todo lo anterior está contenido en el Decreto sobre el “Estado de Excepción” que ayer primero de Julio se estaba redactando en e Congreso Nacional. Con ello se avecina una masiva violación de los Derechos Humanos. Al respeto repudiamos en especial:
La forma violenta en que fue silenciada Radio Progreso y otros medios de comunicación.
Las detenciones ilegales.
El destierro de algunos compatriotas.
Los golpes y heridas sangrantes
Como Iglesia Católica que peregrina en el Occidente de Honduras queremos recordar a los 124 Diputados del Partido Liberal y del Partido Nacional, responsable del Golpe de Estado y actualmente en el poder que no son dueños de Honduras y que nadie puede estar por encima de la Lay. Los diputados actuales deben recordar que reciben su sueldo de este pueblo que están oprimiendo. Si hubieran reglamentado el plebiscito y el referendum, como sugerimos los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras en nuestro comunicado del 19 de junio recién pasado no estaríamos en esta situación. Prefirieron ser fieles a los grupos económicamente fuertes, nacionales y transnacionales. Esperamos que en las próximas elecciones el Pueblo les dé un voto de castigo.
Queremos recordar a todos en especial a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, el quinto mandamiento que dice: “No matarás” (Ex. 20,13). Esta mandamiento prohíbe también los golpes, heridas y toda vejación al ser humano que fue creado a imagen y semejanza de Dios y que es Templo de Espíritu Santo.
Lamentamos todo acto de violación a la Constitución de la República que se ha venido haciendo hasta ahora por parte de quienes nos han gobernado. Rechazamos toda amenaza e injerencia de países extranjeros en asuntos internos de Honduras.
Los Hondureños queremos PAZ.
No más mentiras. Queremos que se nos diga la verdad. No más injusticias. Queremos el respeto a la integridad de la persona y a los Derechos Humanos. Queremos vivir en libertad. No queremos represión.
El llamado de Jesús es a vivir en el amor, por tanto no más odios, venganza, violencia ni rencor.
Jesús dice en Marcos 4,40: “¿Por qué están con tanto miedo? ¿Cómo no tienen fe?”. Inspirados en estas palabras de Jesús les invitamos a todos a confiar en la presencia misericordiosa y salvífica del Señor, que nos acompaña en nuestro peregrinar.
Intensificamos nuestra oración por Honduras.
Supliquémosle al Señor nos conceda alcanzar la Paz y la bonanza y a nuestra Patrona “Santa Rosa de Lima” que interceda por nosotros.
Santa Rosa de Copán, 01 de Julio de 2009.
CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL
Promulgado por Monseñor Luis Alfonso Santos, SDB, obispo de la diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras, jueves, el 2 de julio de 2009, en la catedral de Santa Rosa de Copán, departamento de Copán, Honduras.
1. La Diócesis de Santa Rosa de Copán, fiel a la misión de anunciar el Reino de Dios y denunciar las situaciones de injusticia, pide a todos los hondureños hacer un profundo esfuerzo por restablecer la Paz Social.
2. La inmensa mayoría de los hondureños no queremos ni confrontaciones callejeras, ni guerras civiles, ni guerras co otros paises.
Por eso exigimos a los grupos que han alterado el orden público que pongan toda su buena voluntad para resolver por la vía del Diálogo la actual crisis producida por la inequidad social en que siempre hemos vivido.
Como responsables de la conducción de la Iglesia Católica en el Occidente de Honduras, repudiamos la substancia, la forma y el estilo con que se le ha impuesto al Pueblo un nuevo Jefe de Poder Ejecutivo. Si el Presidente José Manuel Zelaya Rosales hubiese cometido algún ilícito tiene derecho a un juicio justo igual de todo ciudadano hondureño y en general todo ser humano. El Art. 84 de la actual Constitución dice textualmente: “Nadie puede ser arrestado si no en virtud del mandato escrito de Autoridad Competente”.
El Golpe de Estado del 28 de junio ha tenido como consecuencia: Reclamos de la ciudadanía en las calles y carreteras, clima de inseguridad y miedo en las familia por limitación de las garantías constitucionales entre ellas:
El derecho a la libertad de circulación, liberta de asociación y manifestación, inviolabilidad del domicilio, derecho a la propiedad privada, libertad de prensa y difusión de ideas y opiniones, libertad personal incluso el derecho de no ser detenido administrativamente en sede policial por más de 24 horas y la detención judicial para inquirir, de 6 días, la cual pasaría a detenciones indefinidas. Todo lo anterior está contenido en el Decreto sobre el “Estado de Excepción” que ayer primero de Julio se estaba redactando en e Congreso Nacional. Con ello se avecina una masiva violación de los Derechos Humanos. Al respeto repudiamos en especial:
La forma violenta en que fue silenciada Radio Progreso y otros medios de comunicación.
Las detenciones ilegales.
El destierro de algunos compatriotas.
Los golpes y heridas sangrantes
Como Iglesia Católica que peregrina en el Occidente de Honduras queremos recordar a los 124 Diputados del Partido Liberal y del Partido Nacional, responsable del Golpe de Estado y actualmente en el poder que no son dueños de Honduras y que nadie puede estar por encima de la Lay. Los diputados actuales deben recordar que reciben su sueldo de este pueblo que están oprimiendo. Si hubieran reglamentado el plebiscito y el referendum, como sugerimos los Obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras en nuestro comunicado del 19 de junio recién pasado no estaríamos en esta situación. Prefirieron ser fieles a los grupos económicamente fuertes, nacionales y transnacionales. Esperamos que en las próximas elecciones el Pueblo les dé un voto de castigo.
Queremos recordar a todos en especial a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, el quinto mandamiento que dice: “No matarás” (Ex. 20,13). Esta mandamiento prohíbe también los golpes, heridas y toda vejación al ser humano que fue creado a imagen y semejanza de Dios y que es Templo de Espíritu Santo.
Lamentamos todo acto de violación a la Constitución de la República que se ha venido haciendo hasta ahora por parte de quienes nos han gobernado. Rechazamos toda amenaza e injerencia de países extranjeros en asuntos internos de Honduras.
Los Hondureños queremos PAZ.
No más mentiras. Queremos que se nos diga la verdad. No más injusticias. Queremos el respeto a la integridad de la persona y a los Derechos Humanos. Queremos vivir en libertad. No queremos represión.
El llamado de Jesús es a vivir en el amor, por tanto no más odios, venganza, violencia ni rencor.
Jesús dice en Marcos 4,40: “¿Por qué están con tanto miedo? ¿Cómo no tienen fe?”. Inspirados en estas palabras de Jesús les invitamos a todos a confiar en la presencia misericordiosa y salvífica del Señor, que nos acompaña en nuestro peregrinar.
Intensificamos nuestra oración por Honduras.
Supliquémosle al Señor nos conceda alcanzar la Paz y la bonanza y a nuestra Patrona “Santa Rosa de Lima” que interceda por nosotros.
Santa Rosa de Copán, 01 de Julio de 2009.
CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL
Promulgado por Monseñor Luis Alfonso Santos, SDB, obispo de la diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras, jueves, el 2 de julio de 2009, en la catedral de Santa Rosa de Copán, departamento de Copán, Honduras.
Labels:
copan,
golpe de estado,
honduras,
iglesia catolica,
manifestacion,
monseñor santos
Subscribe to:
Posts (Atom)